EL DUELO INFANTIL
La pérdida de un
ser querido en niños en edad de Escola Bressol
Nuria Rivera.
El DUELO: Es el proceso de adaptación emocional necesario, la reacción, ante cualquier pérdida, ya sea esa pérdida una persona querida, un trabajo o una idea de salud. Si nos vamos al diccionario de María Moliner nos dice que es la “pena o aflicción”. El Diccionario de la RAE habla de “dolor, lástima, aflicción o sentimiento”.
Hay que tener en cuenta que los niños pequeños, sobre todo los que están en edad de ir a Escola Bressol no lo comprenden y hay que ayudarle con palabras que sí puedan entender.
Tradicionalmente se habla de ETAPAS
DEL DUELO. Las resumiré en tres (aunque diferentes autores hablan de cuatro
o cinco etapas).
1. Fase
de evitación/negación: es el shock
emocional, incredulidad o negación ante la noticia de una perdida. Por tanto es
una reacción normal, surge como defensa, pero genera un sentimiento devastador
de tristeza en la que el llanto es su máxima expresión.
2. Fase
aguda/depresión: dolor,
desinterés por aquello que antes nos agradaba. La rabia emerge y suscita
angustia que se puede compensar con la búsqueda de culpables para reparar la
falta. Pueden aparecer episodios depresivos, apáticos que afecten a otras actividades
de nuestra vida (en el adulto, por ejemplo en la relación con la pareja, los
amigos, el trabajo)
3. Fase de resolución/aceptación: se asume que la pérdida es inevitable, se recolocan los afectos generando un reajuste con la vida. Se produce un cambio de visión: se acepta la realidad de la pérdida, se experimenta el dolor (adecuado y suficiente) y todas las emociones que se suscitan. No se reprime lo emocional y hay una adaptación a la nueva situación. Aceptar no es olvidar. Es aprender a vivir en la nueva situación.
Cuando hablamos de ELABORACIÓN DEL DUELO nos referimos al proceso desde que la pérdida
se produce hasta que se supera y cada cual necesita su tiempo y lo expresa como
puede: llanto, rabia, mal humor, enfado… pero también necesidad de hacer algo,
ayudar a otros, hablar de lo que le pasa sin huir del dolor. Solo la
perspectiva del tiempo hace el dolor más llevadero. Y sin darnos cuenta se
llega a un momento en el que puede verse
el bosque más que el propio árbol. Se consigue paz y tranquilidad.
En cuanto a los niños pequeños, es importante decirles la verdad de lo que ocurre con palabras simples. Las manifestaciones que pueden expresar pueden ser diversas y pueden variar desde problemas de sueño, angustia, comportamientos regresivos a miedos o conductas que antes no estaban.
El duelo de un ser querido (la madre, el padre o
cualquier otro cuidador o familiar significativo) es un proceso, el dolor no
desaparece ni es menor aunque se prevea el desenlace. Por este motivo es muy
adecuado trabajarlo antes con los niños para que puedan entenderlo y
anticiparlo.
Si prevemos que el final está próximo, o que la enfermedad está muy avanzada, antes de fallecimiento se le puede pedir al niño su colaboración en pequeñas tareas.
Sin
embargo, el duelo puede complicarse en algunas situaciones no solo por la
dificultad de aceptación del adulto que ha de ayudar y acompañar al niño, sino
por situaciones de su entorno y actitudes no trabajadas con antelación.
Se aconseja no mentir nunca al niño sobre lo sucedido (o lo que está por venir), explicar con palabras que pueda entender y, si es posible, favorecer que, a su manera se pueda despedir.
Para trabajar
el duelo con los niños pequeños existen cuentos, literatura infantil de la que nos podemos servir para
ayudar al niño a comprender el concepto de la muerte.
En librerías y en internet es fácil encontrar mucha
diversidad de CUENTOS que trabajan el
concepto de la muerte de un ser querido y la superación del duelo infantil.
Asimismo hay multitud de páginas web dedicada a este tipo de literatura.
Presentación de un resumen sobre el duelo en diapositivas aquí.